La micción es un proceso fisiológico que consiste en la expulsión de orina desde la vejiga hasta el exterior. Este proceso está controlado por el sistema nervioso autónomo que provoca la contracción de las paredes vesicales para poder vaciar a la vejiga. Esta contracción se mantiene hasta que la vejiga se vacía completamente. Sin embargo, para que la orina pueda salir con normalidad es imprescindible que la uretra, el conducto por donde sale la orina al exterior, esté totalmente abierta. Si por algún motivo la uretra se encuentra cerrada, frenará la salida de la orina y entonces la mujer tendrá necesidad de empujar con los abdominales de manera similar al esfuerzo de defecar, algo que no sucede en una micción normal y sin complicaciones.
¿Qué circunstancias pueden provocar que la uretra se encuentre cerrada durante la micción? Puede que haya algún problema neurológico que provoque que haya una actividad muscular aumentada en la uretra durante la micción. También puede existir una obstrucción, o bien puede ocurrir que por error se realice una contracción del esfínter uretral en lugar de relajarlo a la hora de ir al baño.
Para que la uretra esté abierta es imprescindible que el esfínter esté totalmente relajado. Cuando este proceso no ocurre así, se le denomina micción no coordinada y puede producirse en ausencia de anomalías neurológicas u obstructivas. Si esto sucede, buenas noticias; se trata de un hábito que se puede desaprender, un patrón conductual incorrecto que quizás hayamos adoptado desde niñas, pero que nadie nos ha corregido, puesto que, si no hay problemas, las personas no suelen comentar cómo realizan la micción.
¿Cómo puede corregirse? Muy sencillo; mediante el aprendizaje de la relajación y la contracción de los músculos de suelo pélvico, que incluyen siempre al esfínter uretral. En ocasiones, se utilizan aparatos de biofeedback para que la paciente pueda visualizar en una pantalla la contracción que debe realizar para relajar los músculos de su suelo pélvico y de su esfínter. Gracias a esta toma de consciencia, la paciente integrará la actividad de relajación de estos músculos y la realizará durante todas las micciones hasta que observe que ya no tiene necesidad de empujar y la orina salga sin ningún tipo de intervención.